Pangea: un risotto para auténticos sibaritas
Como si de una competición se tratase, en la Alameda no paran de salir nuevos e interesantes bares de tapas donde degustar todo tipo de bocados. Hoy te hablamos de Pangea, un bar-restaurante de tapas situado en la calle Lumbreras, entre Torneo y la Alameda.
Pangea ofrece un carta de tapas al estilo gastrobar, donde no faltan los ya clásicos tatakis, tartares y risottos que tanto nos gustan, al que se añaden algunas tapas diferentes, tanto clásicas, como la tempura de verduras, como internacionales, como el pato tandori. Por cierto, si te gusta la cocina internacional, dos jueves al mes organizan noches temáticas donde preparan un conjunto de platos típicos de diferentes países y culturas como la noche del sushi (cocina japonesa), cocina norteamericana o cocina tailandesa.
Así nos fue: Cena para tres en Pangea
Fuimos a cenar a Pangea hace unos cuantos viernes, recomendados por unos amigos que nos habían hablado muy bien de este lugar. Por fuera su apariencia es muy cuidada, mientras que por dentro el local es sencillo, con su barra y una zona de mesas altas a la izquierda, y un salón para comer tranquilo a la derecha. Como punto a favor, sus paredes suelen estar cubiertas con exposiciones de pintura de artistas locales, si bien en general al local le falta un punto para lograr un ambiente algo más acogedor.
Yendo a lo importante, a las cosas del comer, fuimos poco a poco pidiendo tapas para compartir entre los tres y lo cierto es que al final casi pedimos la carta completa. Comimos mucho, pero es que cuando uno está bien acompañado y disfrutando de una buena cena, cuesta resistirse a una última tapa. Esto fue lo que pedimos:
- Ravioli relleno de bacalao con crema de albahaca
- Tartar de aún rojo
- Solomillo de buey con verduritas salteadas
- Tempura de verduras con salmorejo
- Risotto de boletus
- Pato confitado con salteado de verduras
Todas las tapas bastante buenas, tanto en sabor como en cantidad, destacando sobre todo el risotto de boletus. ¡Qué sabor! Daniel, el propietario, nos contó su secreto, el cual permanecerá guardado.
Probando vinos andaluces
Acompañando todo esto, además de unas pocas cervezas, y aprovechando que la carta de vinos tenía una buena selección de vinos andaluces, probamos algunos tintos. Entre ellos, mención especial al «Colonias del Galeón«, de Cazalla de la Sierra. Y es que este vino con su toque final a regaliz, tiene un sabor muy característico. A algunos les gustará y a otros no. Para finalizar el homenaje, acabamos con un brownie de chocolate para compartir.
Y llegó la cuenta. Nos salió todo por 58,30€. 19,50€ por persona. Puede parecer caro, pero no generalices, y es que comimos y bebimos más de la cuenta. Salvo una o dos tapas (Pato Tandori: 6,5€ y Solomillo de buey: 5,9€) el resto de tapas estaban en los 4-5€, los vinos no pasaban los 2,5€ y no cobran por el pan. En cuanto al servicio, fue muy correcto.
¿Dónde está? Calle Lumbreras 38. Aquí tienes su situación en Google Maps.
Lo mejor: Ese risotto….¡¡sublime!!
Lo peor: Su decoración interior es bastante sencilla. Si no hay mucha gente, como fue nuestro caso, el ambiente puede ser un poco frío.
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